jueves, noviembre 26, 2009

Fotografía de una empresa.


En un entorno de trabajo cualquiera hay varios perfiles que se repiten. Aquí no hago la distinción entre hombres y mujeres, porque creo que los hay en todos los casos. Que cada cual se identifique con el que más le guste:

- El cactus: es un trabajador que lo aguanta prácticamente todo. Es individualista. No trabaja en equipo y a cualquiera que se le acerque demasiado le acaba haciendo daño. Es prácticamente un freelance en plantilla.
- El rodilleras: vive por, para y debajo de su superior. Cumple a rajatabla con la frase “quien no llora no mama”. Aunque llora poco y…
- El brownie: es el típico que siempre pasa el marrón a otro. No se mancha con nada y tiene la habilidad de salpicar a todo el mundo.
- El alitas de pollo: tiene todo lo que necesita para levantar el vuelo y convertirse en un gran profesional, pero su jefe le tiene frito.
- El oasis: la apariencia lo es todo. Parece que trabaja, pero no. Parece que es buen compañero, pero no. Parece que parece, pero no.
- El desatascador: cuando hay una situación complicada siempre aporta su granito de arena. Es capaz de desatascar una negociación, una presentación o una discusión entre trabajadores. Es muy útil tenerlo cerca.
- El que se multiplica: 24×7x365. Tiene dedicación absoluta a su trabajo, no sabe lo que son los horarios, no cierra por vacaciones ni desconecta jamás. La vida social la olvidó un día, hace ya mucho, y cuando trate de recuperarla no sabrá por donde empezar a buscar.
- El planes: siempre tiene la mente pensando en la hora de salir, en el próximo fin de semana, en las vacaciones. Es el que organiza las cenas de colegas o las cervecitas.
- El navajas: se pasa el día rajando del jefe, de sus compañeros, de sus subordinados y hasta del portero del edificio. Puedes estar con él, pero ten por seguro que él estará contra ti (cuando no estés).
- El submarinista: cualquier cosa que se le escape de las manos le hunde en la miseria. Puedes tratar de ayudarle, pero no te dejes llevar por su pesimismo o acabarás en el fondo, con él.
- El parabólicas: siempre se entera de todo lo que pasa, sabe el último rumor casi antes de que se produzca. Es entretenido, pero hay que tener cuidado con él. El protagonista de su próxima noticia puedes ser tú.
- El Vileda: absorbe con gran facilidad todo lo que pasa a su alrededor. No se le escapa ningún detalle y es capaz de usar la información para mejorar su rendimiento en el trabajo.
- El Mistol: es un milagro, pero no antigrasa. Es un milagro que siga en la empresa.
- El conductor de autobús: es el que dirige a todo el grupo. Los que van detrás dependen completamente de su capacidad.
- El streaper: hace lo que sea para llamar la atención, pero no hay más que lo que salta a la vista.
- El imán: gracias a su magnetismo es capaz de reunir a personas muy distintas y hacer de ellas un equipo compacto.
- El Espinete: se le ha pasado el arroz y sigue empeñado en que las cosas se hacen como antes. No entiende las nuevas tecnologías.

Seguro que hay más… ¿Alguna propuesta?

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